19.12.04

El parado y la funcionaria

Si algo vale la pena de Cosas Que Hacen Que la Vida Valga la Pena (y valga la redundancia) es la química existente entre su pareja protagonista, Ana Belén y Eduard Fernández, un dúo que, a pesar de su patente diferencia de edad, cuadra a la perfección dentro de los esquemas de la última película de Manuel Gómez Pereira, un realizador prometedor (en su época) que, de todas maneras, llegó a su particular cima en 1996, con una de las comedias más clásicas de nuestro cine, El Amor Perjudica Seriamente la Salud; una cinta que, inteligentemente, supo trasladar a nuestro estilo todo el glamour de las grandes comedias que, años ha, nos brindara el cine Made in Hollywood, empezando por esa maravilla de Blake Edwards que atendía por Desayuno con Diamantes.

Cosas Que Hacen Que la Vida Valga la Pena está muy lejos de las intenciones de aquella, otrora, encantadora y sutil película. Y no sólo en sus intenciones; también en su forma, ya que, tanto en su planteamiento como en su desarrollo, resulta mucho más sencilla aunque, al mismo tiempo, más noble que esa. Hecha más con el corazón, pero, sin embargo, bastante más fallida. Y es una lástima, ya que tiene aciertos entrañables como, por ejemplo, una emotiva colaboración final de Gemma Nierga y Iñaki Gabilondo, todo un homenaje al mundo de la radio que, en tan sólo un par de minutos, le da mil vueltas a Solos en la Madrugada, aquella añeja y cansina película de José Luis Garci.

Su base argumental se apoya en los tópicos, pero el realizador los domina con total perfección, sin estridencias: Dos divorciados. Él es un profesor de autoescuela en paro, un tanto supersticioso y con problemas con el alcohol. Ella es una funcionaria, empleada del INEM y con ganas de tener alguna aventura, pues hace tiempo que sus relaciones están totalmente estancadas. Los dos acabarán coincidiendo en la oficina en la que trabaja ella. Y pronto, cada uno a través de su carácter y utilizando sus propósitos de manera no muy adecuada, empezarán a intimar.

La película aguanta perfectamente en todo aquello que hace referencia a su aspecto más distendido, aunque bien poca cosa aporta a lo que, desde hace tiempo, se dio en llamar la comedia madrileña. Muchos diálogos a lo Woody Alen, alguna situación limítrofe a la astracanada (la celebrada aparición de un envejecido José Sacristán) y algún que otro toque castizo (la escena del bar con el camarero Shandokan) así lo demuestran.

En el momento en que Gómez Pereira decide cortar por lo sano este toque más lúcido e inmiscuirse en un melodrama forzado de tintes trágicos, la cinta queda encallada. Y es que el cambio es demasiado brusco, como si se tratara de una imposición. Aparte de esta radicalidad en el salto de estilo, comete el error de exagerar demasiado todas las situaciones, resultando un tanto inverosímil, a partir de ese momento, todo lo que ocurre en pantalla. Y cuando parece que definitivamente dirige a sus dos personajes principales hacia la fatalidad, se saca un as de la manga y vuelve a encauzar la historia, en sus últimos minutos, hacia terrenos más festivos, no tan agobiantes. Y eso, quieran o no, acaba dañando el ritmo interno de cualquier película. Y es que muy pocos directores han sabido mezclar, con sabiduría y buenos resultados, la comedia con el melodrama, pues eso, en realidad, es todo un arte.

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Comentarios recuperados de HaloScan (a 21/04/2005)

Que flojito está últimamente el cine español.
Filigrana 12.20.04 - 8:58 am #

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Suerte de Mar Adentro, que compensa en mucho el resto de la producción nacional del 2005.
Spaulding Homepage 12.20.04 - 9:15 am #

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Yo estuve parado un tiempo y es una cosa que no le deseo a nadie. En mi caso además, no tuve la suerte de conocer a nadie como Ana Belén.
Ahora tengo un trabajo que me hace viajar por toda España y veo mucho cine y opino asimismo que llevamos una temporada muy mala.

Un saludo
Corneli 12.21.04 - 8:24 am #

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¡Hombre Don Corneli! ¡Cuanto tiempo sin verle por aquí!

Creame que siento eso de que no conociera a nadie como Ana Belén, aunque, si le sirve de consuelo, tan sólo piense en que si llega a conocerla le habría amargado la existencia, pues oir todo el rato a una mujer cantando lo de la Puerta de Alcalá acaba con el más pintado.
Spaulding Homepage 12.21.04 - 8:48 am #

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Yo le miro mucho, me va muy bien para cuando tengo que ir al cine pero no le escribo porque lo hago muy mal. No tengo práctica y lo hago bastante mal. Ahora ya le dejo pues me voy ya a trabajar.
A lo mejor, Ana Belén no, pero alguna novia si que me gustaria que me saliera.
Corneli 12.21.04 - 8:59 am #

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No desespere, amigo. Todo se andará...

¿Alguna se apunta para el Sr. Corneli?
Spaulding Homepage 12.21.04 - 9:10 am #

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Corneli, tenga o no éxito con lo de la novia, no vale la pena perder ni un minuto en preocuparse lo más mínimo.
Disfrute del marisco, del jamón de bellota y de los mantecados.
Son valores seguros.
Kobayashi 12.21.04 - 11:26 am #

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Tiene Ud razón Kobayashi, tener una novia como Ana Belén, seguramente solo te daría disgustos. Viva el jamón de bellota, el marisco y Bailén 22.
Hablando en serio, la película está distraida, sobretodo por los actores.Geniales las 2 escenas con José Sacristán.
JB 12.21.04 - 6:18 pm #

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... (lo de Sacristán)... a pesar de haber recuperado, de nuevo, esa voz de falsete que a veces acaba molestando.
Spaulding Homepage 12.21.04 - 7:30 pm #

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Gracias a todos por los ánimos. Yo creo que la soltería tampoco está tan mal y si me apuran, creo que puede estar muy bien. Sr. Kobayaski: el marisco no me gusta. Lo siento. Pero el jamón si. Ahora ya les dejo por unos días porque estos días tengo mucho trabajo.

Un abrazo
Corneli 12.22.04 - 8:21 am #

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Un abrazo, Mr. Corneli y que usted tenga unas felices fiestas atiborrándose de jamoncito.

Escribiré a los Reyes magos para que, como mínimo, le traigan una muñeca hinchable.
Spaulding Homepage 12.22.04 - 10:28 am #

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