6.11.06

EN RESUMIDAS CUENTAS: Mansiones

Ellos, la ópera prima de los franceses David Moreau y Xavier Palud, es una de las propuestas ciertamente interesantes de la cartelera actual. Proyectada en la Sección Oficial a Concurso de la última edición del Festival de Sitges, se trata de una película de terror dotada de un elevadísimo grado de tensión. Los realizadores de la misma demuestran un arte especial a la hora de crear atmósferas tensas. El film se inicia con una escena brutal y sangrienta; después se calma y sigue con una narrativa un tanto lenta pero angustiosa y, cuando ya tiene al espectador metido de lleno en la historia, da un brusco giro a su pausado ritmo y entra de lleno en una media hora final trepidante y salvaje. El suspense está asegurado al cien por cien.

Su argumento es típico y tópico, aunque -por su curioso tratamiento- efectivo al máximo: una mansión solitaria y vieja en medio de un bosque sombrío; una joven pareja de enamorados son sus habitantes; una noche de tormenta y algunos ruidos alarmantes en el exterior e interior de la casa. ¿Fantasmas? ¿Ladrones?... Con casi dos únicos actores como protagonistas, Moreau y Palud construyen una aterradora historia deudora de títulos como Perros de Paja o la más reciente Alta Tensión aunque, al contrario que este último, con una final perfecto, inesperado y sobrecogedor. Un magnífico guiño a la corta filmografía de Narciso Ibáñez Serrador acaba de redondear el producto. De lo mejorcito en el género esta temporada.


Y continuando con otra película que tiene a una mansión como eje principal de su argumento, Monster House se erige como uno de los mejores trabajos de animación informática de los últimos meses. Producida por Steven Spielberg y Robert Zemeckis y dirigida por el debutante Gil Kenan, la cinta supone un delicioso homenaje al cine fantástico y, en concreto, a una de las constantes más habituales en el cine de terror: el de las casas embrujadas.

No tan infantil como otras cintas animatrónicas, mucho más madura (por ejemplo) que ese desaguisado sobre Caperucita Roja y con una puesta en escena y una animación muy atractivas, Monster House -a pesar de estar protagonizada por tres niños con claros paralelismos con Los Goonies- posee algún que otro pasaje ciertamente aterrador. Un espléndido guiño al mundo deforme de Tod Browning y su Parada de los Monstruos y quince delirantes minutos finales al más puro estilo de las movie monsters más clásicas, son aval más que suficiente para demostrar el ingenio de sus productores y de su prometedor realizador.

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