5.12.06

Corasón perdío por Lazenby

Stephen Frears es un director con una filmografía ciertamente ecléctica. Desde su prometedor debut con Detective Sin Licencia continuaría su carrera con una serie de films menores, sin obtener sus primeros éxitos hasta realizar títulos de corte independiente como Mi Hermosa Lavandería o Ábrete de Orejas. Negocios Ocultos nos retrotrae, en cierto modo, a este tipo de productos. A través de un muy particular argumento -del cual Ken Loach le hubiera sacado un mejor provecho (aunque, posiblemente, también lo habría exagerado más)-, Frears nos cuenta una historia, en forma de thriller intimista, en la que se abordan temas sociales muy graves desde una perspectiva simple y aparentemente distante.

Chiwetel Ejiofor, un actor británico de origen nigeriano, interpreta a Okwe, un médico inmigrante, africano ilegal, que de día malvive conduciendo un taxi y por las noches ejerce de recepcionista en un hotel de mala muerte. Senay es una refugiada política turca -con las facciones de la francesa Audrey Tatou- que trabaja clandestinamente en el mismo local que Okwe. Un macabro encuentro en una de las habitaciones del establecimiento, desembocará en una serie de graves problemas para la atribulada pareja. Un malvado y cínico Sergi López, dando vida al encargado del hotelucho, cerrará este triángulo de personajes prisioneros -todos ellos- de la dura realidad que les ha tocado vivir.

Aunque narrado como si se tratara de un thriller, nos encontramos ante un film de denuncia en el que se abordan temas muy candentes en el Londres actual y que, al mismo tiempo, son extrapolables, en su totalidad, al resto del mundo occidental. El soterrado universo del tráfico de órganos humanos, sumado a los problemas de los inmigrantes y a la supervivencia de éstos en medio de una sociedad hostil, son los principales puntos en los que fija su atención la mirada Stephen Frears. No hay lugar para las concesiones. Todo está tratado con mucha dureza, aunque a veces de manera algo superficial y deliberadamente displicente.

Negocios Ocultos es un trabajo correcto, aunque algo lento en su narración y en exceso frío en cuanto a la descripción de sus personajes se refiere, lo cual aleja al espectador de cualquier tipo de sentimiento o identificación con ellos.

El excelente trabajo de sus actores -sobre todo de aquellos que no tienen el inglés como lengua materna (como ocurre en el caso de un destacable Sergi López, muy en su línea habitual)-, es un punto más de calidad a añadir a un film muy alejado del estilo al que últimamente nos tiene habituados el director inglés. Como muestra de ello, actualmente está en cartel su nueva propuesta, The Queen, una historia a años luz de estos Negocios Ocultos; unos negocios que ahora pueden recuperar gracias al DVD o a su emisión a través de Digital +.

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