3.10.08

Laberinto de espejos - SITGES 08 (entrega 01)

Ayer noche, con la proyección del film Reflejos, se abrió la 41 edición del Festival de Sitges. Hasta el domingo 12 de octubre, la villa de Sitges se poblará de amantes del fantástico y de pirados por el 2001 de Kubrick, título al que va dedicado el certamen al cumplir, dicho film, 40 tacos de nada.

Difícilmente pueda cubrir toda la información relativa a este Sitges 2008, aunque tampoco pienso mantenerme al margen del mismo. Cuando el tiempo y la autoridad lo permitan, me desplazaré hasta la Bella Subur (a ser posible de incógnito) para desvelarles cuanto pueda sobre el evento cinematográfico. Lo que sí les aseguro de antemano es que, por razones que no vienen al caso, la relevancia del festival dentro del blog será menor que la del año pasado.

Sepan que Reflejos, el film que abrió el certamen anoche, se estrena hoy en todo el territorio nacional. En realidad, se trata de un remake de la coreana El Otro Lado del Espejo, una cinta de Sungh-ho Kim no muy difundida por estos lares. La dirección de la versión norteamericana ha caído en manos del parisino Alexandre Aja, un realizador que ya cuenta en su haber con dos títulos de género fantástico de excelente catadura: Alta Tensión y la brillante revisitación sobre Las Colinas Tienen Ojos.

Reflejos, comparado con sus dos films anteriores, es un trabajo en exceso rutinario. Aja sabe crear atmósferas enfermizas y tensas, cosa que sigue demostrando en varios momentos a lo largo de su excesivo metraje. El gran problema estriba en que, bajo la excusa del fantástico, se atreve a meter de todo dentro de la historia. Cualquier animalada es válida para acongojar al espectador, pues no existe ningún código interno (mínimamente lógico) que acote parámetros en su argumento.

Un gran almacén comercial ha sido consumido por las llamas. De él sólo se conservan su estructura arquitectónica, centenares de inquietantes maniquís y una gran cantidad de espejos de todo tamaño. Un ex policía (ex alcohólico y de paso ex marido), metido a guardia de seguridad, es el nuevo encargado de cuidar las dañadas instalaciones durante el turno de noche. Pronto (en menos que canta un gallo, vaya), descubrirá que algo misterioso y demoníaco sucede tras los reflectantes cristales; algo que ya se ha cobrado varias vidas y que amenaza terminar con la suya y la de sus familiares más cercanos.

Un festival de efectos especiales y truculencias varias se suceden a lo largo de la proyección. Las incongruencias son el pan de nuestro de cada día en una narración en la que todo vale… menos un guión con cierta coeherencia. De hecho, Reflejos casi no tiene guión y lo poco que expone es "más de lo de siempre" dentro del cine con fantasmas cansados de deambular con su pena (penita pena) a cuestas.

Kiefer Sutherland cumple con su papel... y punto. Paula Patton, la joven californiana que interpreta a su esposa, aprovecha sus rasgos latinos para emular constantemente a Jennifer Lopez, pero en realidad tiene muy poco de actriz, mientras que el resto del reparto (y de personajes) se me antojan meramente simbólicos, incluida esa especie de monja alférez tras la que se esconden muchos secretos sobre los fenómenos paranormales que trastocan al securata.

Si algo bueno hay en Reflejos, aparte de su original final (cosa que, sin haberlo visto, mucho me temo que procede del film coreano), es una brutal y sangrienta escena capaz de dejar al público totalmente boquiabierto (y nunca mejor dicho); una escena que, desde el interior de una bañera, protagoniza una tal Amy Smart, la chica que da vida a la hermana de Sutherland en el film.

Hace dos años, Sitges abrió con El Laberinto del Fauno; la edición anterior con El Orfanato: dos títulos que, puedan gustar o no, poseían cierto interés y un empaque comercial notable. La mediocridad que abriga Reflejos ha sido la encargada de destapar la caja de Pandora del 2008. ¿Qué sorpresas abrigará el Festival? Para empezar, ¡oh, cielos!, la película estrella de esta noche es el Transsiberian de Brad Anderson. Filmax ataca de nuevo. Ya les contaré…

No hay comentarios: