10.11.11

Forrest Gump se hace motero y se liga a una Monalisa que ha perdido la sonrisa

Quine años después de haberse colocado tras la cámara para filmar la sencilla aunque atractiva The Wonders, Tom Hanks regresa a la dirección para endilgarnos una de las comedias más vacías e inconsistentes de los últimos años: Larry Crowne, Nuca Es Tarde.

En ella, el propio Hanks se otorga el papel protagonista, el del Larry Crowne del título, un hombre simple, afable y divorciado que es despedido de los almacenes en los que trabaja por culpa de su falta de estudios universitarios. Los numerosos años servidos en la Marina como cocinero no le servirán de nada a la hora de encontrar un nuevo empleo. A medida que va deshaciéndose de muchas de sus propiedades, incluida su casa, se verá en la obligación de matricularse en la Universidad local, lugar en el que, tras comprarse una Vespa para reducir gastos en gasolina, acabará uniéndose a un particular grupo de moteros y quedará prendado de su nueva profesora, una borrachuza insatisfecha con su matrimonio.

El actor/director se acerca al personaje de Larry Crowne como si se tratara de un nuevo Forrest Gump a través de una interpretación tan sosa como revulsiva, mientras que Julia Roberts, en el rol de la maestra resentida, lo hace de manera más compleja a pesar de tratarse de un papel totalmente esteriotipado. Ya ni el uno y el otro son lo que eran. Los tiempos de Tienes un E-mail quedan muy lejanos, al igual que la frescura de la película que, en este caso, brilla por su ausencia.

Filmado sin motivación alguna y apoyándose en un guión plano y falto de sorpresas, da la impresión de tratarse de un telefilm de sobremesa producido con la única intención de cubrir el expediente. Todo suena a manido y cursi. La previsibilidad asoma en cada una de sus edulcoradas escenas. Ni hace gracia (a pesar de intentarlo) ni emociona.

Simplemente, caca de la vaca. Una manera como otra de perder el tiempo.

Por cierto: malas lenguas aseguran que, desde España, se ha interpuesto una denuncia contra los responsables del cartel publicitario debido a que los dos protagonistas van montados en una motocicleta sin llevar los pertinentes cascos. Si ello es cierto, damos tanta pena como la propia película.

No hay comentarios: