23.10.12

SITGES 2012: Jornada 5 (serial killers campestres, brujería pajolera, comediejas indis y ositos parlanchines de peluche)

La cosa empezó muy bien, el lunes 8, con la proyección de Sightseers, una comedia negra, de humor muy británico, que narra las vacaciones campestres de una pareja de enamorados que desatan sus iras llevándose por delante a cuantos se cruzan en su camino. Dirigida por Ben Wheatley (el mismo de la para mí decepcionante Kill List) y escrita por su sus dos protagonistas principales, Alice Lowe y Steve Oram, el film, que tiene como claro referente a Los Asesinos de la Luna de Miel, se alzó con varios de los premios del Palmarés de esta edición, como el de mejor guión y el de mejor actriz. Un trabajo espléndido que destaca por la mala leche que destila.


El siempre controvertido Rob Zombie presentó uno de los truños mayúsculos del Festival: The Lords Of Salem, o lo que yo daría en llamar como la segunda paja mental del certamen. En ella, y potenciando descaradamente las (pocas) dotes interpretativas de su esposa (Sheri Moon Zombie), el hombre intenta narrar la posesión diabólica de una locutora de radio por parte de un grupo de brujas. Una aburridísima cinta, plagada de pasajes colgadísimos, que no conduce absolutamente a ninguna parte. Lo que prometía ser una película verdaderamente terrorífica, no es más que una mera nimiedad sin sentido ni ritmo alguno. Demasiadas alucinadas y divagaciones varias le costaron una buena pitada en el Auditorio del Meliá.

Safety Not Guaranteed es una comedia muy pequeñita y simple que, sin embargo, se ganó la simpatía del público asistente. En su argumento, en el que se amaga una mínima coartada fantástica, se barajan varios factores: desde los típicos y tópicos que conllevan las historias de amor hasta los devaneos habituales de las comedias de enredo. Tres periodistas siguen la pista del hombre que ha publicado un anuncio en un diario solicitando un compañero para realizar un viaje en el tiempo. Todo en plan muy indi y sencillito. La verdad es que me cuesta entender la buena acogida que obtuvo, pues la cosa me pareció de lo más banal. Será que me estoy haciendo mayor.


Cerrando una jornada no muy tentadora, el barcelonés Marçal Forès presentó Animals, un gigantesco despropósito que baraja en su argumento un montón de cuestiones sin llegar a profundizar en ninguna de ellas. Un film desangelado y extremadamente ridículo en muchos de sus pasajes, que pretende acercarse al despertar sexual y emotivo de un joven solitario que, marcado por la muerte de sus padres, mantiene conversaciones con un osito de peluche. Al más puro estilo de las telemovies, Tremendo. Una soberana tomadura de pelo, mal filmada y peor interpretada. Una forma como otra de probar la capacidad de aguante del público asistente.

Un día ciertamente desalentador. Suerte de Sightseers, que le dio un poco de color a un lunes en nada prometedor.

To be continued...

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