21.10.15

SITGES 2015: Jornada 2 (de la intrépida hija de Dios, de intrusos plastas, de Rodríguez adúlteros y de realizadores depresivos)

El director belga Jaco van Dormael abrió las puertas del Auditorio del Meliá, el sábado 10 de octubre, para presentar Le Tout Noveau Testament (El Nuevo Nuevo Testamento), una extraña fábula satírica, en exceso melodramática y triste que, pese a lo aburrida que resulta en general, tiene un inicio de lo más divertido y sorprendente, justo cuando se nos presenta al mismísimo Dios como un padre de familia de lo más despota que, en la actualidad, vive en un apartamento de un edificio de Bruselas en compañía de su mujer y de su hija. La cosa, debido a la mala leche con la que nos lo sirve y a la cantidad de buenos e irreverentes gags que posee en su primer cuarto de hora, parece prometer. Pero termina por torcerse irremediablemente cuando la pequeña de la casa (Pili Grogne, premiada de forma injusta como la mejor actriz del certamen), harta de no poder salir a la calle y de soportar el autoritarismo de su padre, decide fugarse e iniciar la búsqueda de unos nuevos apóstoles más acordes con los tiempos que corren. Es entonces cuando la cinta se va por otros derroteros y se transforma en una quimera soporífera que permuta el tono de comedia por el de un melo pedantilllo y amargo.


Por suerte, la mañana se enderezó con la proyección de The Gift (El Regalo), un thriller en toda regla que, dirigido y escrita de forma clásica y sin fisuras por el actor Joel Edgerton, nos plantea una historia en donde el acoso a un matrimonio se convierte en el gran protagonista de la cinta. En ella, la pareja a la que dan vida un sobrio Jason Bateman alejado de sus habituales comediejas y una espléndida Rebecca Hall, verá entrar en sus vidas a un antiguo compañero de escuela del primero (excelente y premiado por su interpretación Joel Edgerton) que empezará a desmoronar la plácida existencia de los cónyuges. Un guión sólido, con varias sorpresas en su haber y con un apartado final digno del mejor cine de intriga. De lo mejorcito de la edición de este año.


A continuación, un viejo conocido del Festival como Eli Roth se instaló en la gran pantalla del Auditorio con su nuevo trabajo: Knock Knock (Toc Toc), una película de misterio y tensión que, en definitiva, patina en demasiados aspectos, convirtiendo su propuesta en un producto demasiado reiterativo, mal interpretado y, lo que es peor, con una moralina final de lo más descarado. En ella, un hombre casado y con dos hijas, se quedará de Rodríguez en su lujosa casa durante un fin de semana y, durante una noche de furibunda tormenta, abrirá la puerta de su residencia a un par de jóvenes atractivas que le aseguran haber sufrido un percance para, a continuación y tras camelárselo, iniciarán un juego sexual de graves repercusiones. Ellas, las dos muchachitas, están de muy buen ver (Lorenza Izzo y la cubana Ana de Armas), un caramelito en dulce para un cincuentón como el desaborido de Keanu Reeves pero que, al mismo tiempo, demuestran ser un par de pésimas actrices. La mínima historia propuesta se estira como un chiclet y navega entre la comedia y el thriller violento, pero sin avanzar en ninguna dirección; al contrario, se queda tan encallada que terminó por aburrirme soberanamente.


A media tarde pudimos conocer el último film de Michael Winterbottom, The Face of an Angel (El Rostro de un Ángel), una película filmada casi íntegramente en Siena y que, partiendo del crimen real de la estudiante Meredith Kercher en 2007 en esa ciudad, muestra los devaneos intelectuales de un realizador cinematográfico depresivo al que se le encarga llevar a la pantalla grande los brutales hechos sucedidos. Siguiendo la tónica del festival, volvemos a encontrarnos con una cinta aburrida (¡aburridísima!) que se muestra incapaz de aportar nada nuevo a los sucesos ocurridos y que centra casi toda su atención en el desangelado y traumatizado personaje interpretado, de forma correcta, por Daniel Brühl, lo mejor del experimento sin lugar a dudas; un Brühl secundado por una (en este caso) deslucida Kate Beckinsale y una efectiva Cara Delevigne cada vez más parecida a la Mariel Hemingway de sus años mozos. . Y es que el Winterbottom tendría que empezar a plantearse que lo del cine de Arte y Ensayo hace mucho tiempo que quedó obsoleto.


Hasta aquí, la segunda jornada. Continuará...

4 comentarios:

caligula dijo...

A ver que yo me entere. Así que todo eso que venía en prensa sobre que el festival se había vuelto más serio, que había dado un giro hacia más pelis de autor e indies y demás, ¿en el fondo quiere decir que se ha puesto más tostón y más coñazo?

Spaulding dijo...

Este año, caligula, excepto por honradas excepciones, me he aburrido como nunca.

El Señor Lechero dijo...

Caballeros, pónganse sus mejores galas y vayámonos al pub de Innisfree: ha muerto Maureen O'Hara.

Spaulding dijo...

Hoy, sólo levantarme, le he dado un repaso a El Hombre Tranquilo en homenaje a la O'Hara.